La gran mayoría de las personas contraerá una enfermedad transmitida por los alimentos o el agua en algún momento de su vida. Esto resalta la importancia de asegurarse de que los alimentos que ingerimos no estén contaminados con bacterias, parásitos, virus, toxinas y productos químicos que puedan ser dañinos.
La contaminación de los alimentos se puede producir en un cualquier momento de la producción, distribución y preparación. Todos los que intervienen en la cadena de producción, desde el productor hasta el consumidor, tienen un papel que desempeñar para garantizar que los alimentos que tomamos no causan enfermedades.
Dato 1: los alimentos transmiten más de 200 enfermedades.
Una de cada 10 mil personas enferma cada año por la ingestión de alimentos contaminados y 420 mil fallecen por esta causa. Los niños menores de 5 años corren un riesgo especialmente alto: unos 125 mil mueren anualmente por enfermedad de transmisión alimentaria. La preparación adecuada de los alimentos puede evitar la mayoría de las enfermedades trasmitidas por ellos.
Dato 2: los alimentos contaminados pueden causar problemas de salud a largo plazo.
Los síntomas más comunes de las enfermedades transmitidas por los alimentos son dolores abdominales, vómitos y diarreas. Los alimentos que han sido contaminados con metales pesados o con toxinas naturales también pueden causar problemas de salud a largo plazo, como el cáncer y trastornos neurológicos.
Dato 3: las enfermedades transmitidas por los alimentos afectan más a las personas vulnerables que a los demás grupos de la población.
La infección causada por los alimentos contaminados tiene una incidencia mucho mayor en los segmentos de la población con un estado de salud malo o frágil, pudiendo provocar enfermedades graves o la muerte. En el caso de los lactantes, embarazadas, enfermos y ancianos, las consecuencias son más graves.
Dato 4: la contaminación de los alimentos puede producirse en numerosas ocasiones.
La cadena de suministro de alimentos actual es compleja y comprende diferentes etapas que van desde la producción de la granja, el sacrificio o la cosecha, hasta la transformación, el almacenaje, el transporte y la distribución, antes de que los alimentos lleguen a los consumidores.
Dato 5: la globalización hace que la inocuidad de los alimentos sea más compleja y esencial.
La globalización de la producción y el comercio de alimentos alarga la cadena alimentaria y dificulta la investigación sobre los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos y la retirada de los productos en casos de emergencia.
Dato 6: la inocuidad de los alimentos es multisectorial y pluridisciplinar.
Profesionales de horizontes muy diversos colaboran estrechamente y se valen de los medios científicos y tecnológicos más avanzados para mejorar la inocuidad de los alimentos. Es preciso que los diferentes departamentos y organismos gubernamentales que se encargan de la salud pública, la agricultura, la educación y el comercio colaboren entre ellos, con la sociedad civil y en particular con los consumidores.
Dato 7: la contaminación de los alimentos afecta también a la economía y a la sociedad en su conjunto.
La contaminación de los alimentos tiene una enorme incidencia que va más allá de las consecuencias directas sobre la salud pública. Socava las exportaciones de alimentos, incide negativamente en el turismo, los medios de sustento de los manipuladores de alimentos y el desarrollo económico, tanto en los países desarrollados como en desarrollo.
Dato 8: algunas bacterias dañinas se han vuelto resistentes a los fármacos.
La resistencia a los antimicrobianos es un motivo de preocupación cada vez mayor a nivel mundial. La utilización excesiva o errónea de los antimicrobianos en la agricultura y la cría de animales, además de los usos clínicos humanos, es uno de los factores que han favorecido la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos. Las bacterias resistentes pueden transmitirse a los humanos a través de alimentos.
Dato 9: incumbe a todos lograr que los alimentos sean inocuos.
La inocuidad de los alimentos es una responsabilidad compartida entre gobiernos, industrias, productores, académicos y consumidores. Todos cumplen una función importante. Lograr la inocuidad de los alimentos es una labor multisectorial que requiere los conocimientos técnicos de una amplia gama de disciplinas (toxicología, microbiología, parasitología, nutrición, economía de la salud, medicina humana y veterinaria). Las comunidades locales, los grupos de mujeres y la educación académica también desempeñan un papel importante.
Dato 10: los consumidores deben estar bien informados sobre las prácticas relativas a la inocuidad de los alimentos.
Las personas deben poder tomar decisiones informadas y sensatas sobre los alimentos que consumen y adoptar los comportamientos adecuados. Deben conocer los peligros alimentarios más comunes y saber cómo manipular los alimentos de forma segura mediante la información contenida en las etiquetas de los alimentos.
Fuentes
http://www.who.int/features/factfiles/food_safety/es/
Autor
Fecha
Octubre de 2016